Buenos días a tod@s;
En nuestro mundo existen un gran número de personas que, al no tener un alojamiento adecuado, ni medios para ello, están durmiendo en la calle. Actualmente, cada vez son más los que se encuentran en esta situación de exclusión grave, a la que no se llega de pronto. Es fruto de un proceso de empobrecimiento global.
En concreto, en la ciudad de Cádiz, según el último estudio elaborado por el Ayuntamiento: “En el censo realizado se han entrevistado a un total de 98 personas sin hogar”, en el cual más adelante se indica también, “el mayor número de Sin Techo que llevan más de una década en esta situación” (Diario de Cádiz, 2018). Como podemos comprobar, en este y otros estudios, cada vez son más el número de personas sin hogar y escasas las personas que se preocupan por ello. A pesar de que hay algunas asociaciones en la provincia de Cádiz que se dedican a ayudar a los más desfavorecidos, no son suficientes. Nos centraremos en esta dura realidad, conocer cuales son sus causas y consecuencias e intentar transmitir en nuestro entorno la necesidad de formar voluntarios comprometidos.
Nuestro proyecto de ApS consiste en ayudar a la asociación “Ronda de los Sin techo” dándola a conocer y captando a personas que quieran ayudar en las tareas que realizan. No obstante, queremos conocer por qué esas personas han llegado a acabar en la calle. Si se debe por ser inmigrantes, tener enfermedades mentales, alcohol, drogas, paro, desahucios, familias desestructuradas, etc.
Es poco conocido que un centenar de personas duermen en la calle cada día, expuestos a la climatología, sobre todo de este invierno tan duro. La falta de alimentos y de una atención sanitaria adecuada conlleva a un deterioro físico y psíquico que las conducen a introducirse en una espiral de pobreza difícil de superar. Todo esto conlleva a una exclusión social en la que tienen que ver varios factores, entre ellos el económico, ya que sin él no podemos mantener un hogar. También tenemos el aspecto social, tan importante como otros puesto que el apoyo de familiares, amistades o instituciones pueden dar apoyo emocional y fuerzas para luchar y seguir adelante (Multiplicador Cualificado Eurodesk, 2013).
No podemos acostumbrarnos a verlos y pasar de largo, como si fueran parte del paisaje urbano, sin mostrar humanidad alguna. Todos somos responsables de todos y en virtud de ello, tenemos que interpelar a nuestras conciencias, aportar nuestro pequeño grano de arena para hacer visible a este colectivo. Ponerles nombre, darles voz, escucharlos y comprender las razones de su forma de vida.
Este tema empezó a llamarnos la atención debido a que tenemos familiares cercanos que ayudan a estas personas y los escuchamos hablar sobre ellos, a veces nos lo presentan por la calle, llevándonos a sentir la necesidad de actuar ante la situación que cada uno presenta. No podíamos dejar pasar por alto este tema y por ello, decidimos satisfacer esta necesidad social.
Creemos que en cualquier momento de nuestra existencia podemos vernos en situaciones similares, o algunos familiares o amigos podrían acabar así, por tanto, no podemos dejar de hacer lo que nos gustaría que hicieran con nosotros, debemos mostrar un poco de empatía, valores que debemos tener como ciudadanos que pertenecen a una sociedad.
Por ello, nos sentimos motivados a acercarnos a su realidad, pudiendo abrir un camino para que poco a poco vayan contribuyendo más personas, sensibilizarnos y a su vez, sensibilizar al entorno ante este problema tan grave de hoy en día.
Las diferencias de la población en términos de desigualdad, pobreza y exclusión continúan enfatizándose. La reducción de las mismas no se producirá solo por el empleo y la erosionada capacidad de la protección social. El fortalecimiento de los valores cívicos a través de una mayor implicación de la ciudadanía y del reforzamiento de la sociedad comunitaria constituye uno de los pilares básicos de esa construcción (Fundación Foessa, 2014).
Nos encontramos con un problema de la sociedad que no debería existir, todos tenemos derecho, según la Constitución y las leyes, a una vivienda digna y a tener cubiertas las necesidades básicas. Como lo refleja la Constitución Española en su artículo 47, en el BOE (1978):
Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.
Debemos actuar ante lo realmente necesario y no contribuir a la pasividad generalizada, llevar a cabo acciones concretas, pero no de una manera puntual, sino como un compromiso permanente a lo largo de toda nuestra vida, con constancia. Debemos ser ciudadanos que prestan ayuda a quienes la necesitan realmente y lamentablemente hoy en día el colectivo que se dedica a esto, es muy escaso.
Gracias por vuestra atención.
Esperamos volver a veros.
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